Oraciones a los Difuntos

Padre José

Oraciones a los Difuntos

Para nadie es un misterio que el tema de los difuntos es sumamente delicado e incluso para muchos es desgarrador, puesto que es todo lo contrario a la vida, es pérdida. Sólo quedan esos momentos felices como recuerdos para el resto de nuestras vidas.

No es nada fácil tocar este tema. Técnicamente, se puede decir que en la muerte se deja de cumplir la función del sistema nervioso central. Desde el punto de vista terrenal, la vida no es infinita, debido a que en algún momento el cuerpo humano dejará de cumplir sus funciones fisiológicas básicas.

Pero por otro lado, en la parte espiritual no es así, debido a que el alma y el espíritu no mueren junto al cuerpo, partiendo a un estado superior dejando todo lo terrenal atrás, siendo invisible y a la vez intangible.

¿Qué motivo tendrías para rezarla?

Como todos sabemos, Dios nos creó como cuerpo físico, alma y espíritu, estando estos tres extremadamente ligados entre ellos, y mientras la persona aún vive se hace completamente imposible separarlos.

Cuando una persona deja de vivir, sí se da la separación entre el alma y el espíritu del cuerpo, para así emprender su rumbo al lugar a donde el Señor haya decidido que esta tenga que ir. Se supone que nuestro deseo es que esta alma vaya al encuentro con Dios, y por esta misma razón se hace una oración a los difuntos con la esperanza de que Dios interceda por esta alma.

Aunque se sabe que depende mucho del comportamiento en vida de esta persona, aquellas almas que se arrepienten de los pecados cometidos y las que más cumplieron con los mandamientos son las que Dios podrá recibir. En ocasiones, hay personas que heredan el negocio de un ser querido y hacen una oración para el negocio.

“La pérdida de un ser querido la lloramos,

nos produce tristeza y mucho dolor,

los recuerdos están a flor de piel,

sin embargo estamos conscientes

que pasamos a un estado superior,

ya te fuiste del plano terrenal,

Dios mío, tú que conoces nuestra profunda tristeza,

por la muerte de “nombre del difunto”,

concédanos el consuelo de creer

que vivirá eternamente contigo,

en la gloria del Señor.

Concédales el gozo del descanso eterno

en el seno de tu infinito amor,

te pedimos, Padre mío,

escuches mis ruegos, plegarias y clamor,

concédale la paz eterna, perdónale,

perdona sus pecados y su alma,

brille para él la luz perpetua.

No hay nada más triste,

que despedirse de un ser querido,

esta ausencia momentánea,

este vacío que nos deja,

sólo se nos llenará cuando nos reunamos

para vivir eternamente en el cielo.

Oh Dios padre celestial,

te pedimos por el alma de “nombre del difunto”,

libérala de todo pecado,

purifícala, purifica su alma,

dale el perdón y el descanso eterno.

Estamos muy afligidos

por tan lamentable pérdida,

Señor, te pedimos de corazón y de alma

que cuando su alma llegue al cielo,

sea recibida, reconocida,

Señor, como hijo tuyo.

Una flor bajo tu tumba se marchita,

una lágrima sobre su recuerdo se evapora,

una oración por su alma, la recibe Dios

Amén.”

Oración de aniversario a un difunto

Siempre que pasa otro año más de la muerte de alguna persona, todos esos momentos felices y tristes, buenos y malos que compartieron, vienen a nuestra mente. Sin ninguna duda este tipo de situaciones traen consigo una gran nostalgia y tristeza, pero este sentimiento se puede usar para conmemorar su legado y hacer una oración para la familia.

En este tipo de oraciones es muy común el llevar flores, tal vez también hacer una misa o planear una reunión en su casa para hacer una oración al difunto, incluso se les regala algo como aperitivo a aquellas personas que decidieron asistir.

“Padre mío celestial, escucha Dios mi oración

al conmemorarse hoy un año desde la muerte

de “nombre del difunto”.

Reunidos estamos hoy amigos y familiares,

para elevar una plegaria al santísimo,

concédale la paz eterna.

Dios todopoderoso, creador del cielo y de la tierra,

cuida el alma de vuestro siervo o sierva

purifíquela, líbrela del pecado y

concédele la vida eterna.

Padre mío, escucha la voz de nuestras suplicas,

para que le permitas el descanso a tu lado,

a tu hijo “nombre del difunto”.

Desde que te fuiste, dejaste un gran vacío entre sus allegados,

mucha falta nos haces, seguro estamos todos

que algún día nos reuniremos y nos volveremos a ver.

El tiempo no se detiene,

las agujas del reloj se mueven,

que rápido, todo es movimiento;

Todos son ciclos, y tú, “nombre del difunto”

cumpliste tu ciclo.

Tuviste una vida llena de alegría,

muchos de tus planes se te dieron,

cumpliste muchos sueños,

invalorable compañero de trabajo,

dejaste un gran ejemplo entre nosotros,

por siempre y para siempre te recordaremos,

como eras de alegre, rebosante de energía

y dispuesto a ayudar.

Recordémoslo con amor para su alma,

roguémosle al Señor que lo siga teniendo

su santa gloria.

Amén.”

Oración a la madre difunta

Es muy difícil para cualquier ser humano el poder sobreponerse a todas las adversidades, problemas y situaciones difíciles que se puedan topar en su camino, pero pocas cosas hay tan desgarradoras y tristes como lo es la muerte de tu madre.

Es esa persona que además de tenernos por aproximadamente 9 meses en su vientre, es quién nos otorgó la vida después de Dios, y que nos formó como somos ahora, inculcándonos los valores, corrigiendo nuestros errores, aconsejándonos en nuestras decisiones y amándonos tanto como Dios mismo.

Para la mayoría de las personas, la sensación que tiene es inexplicable, pues se trata de la persona que más ha dado por ti a lo largo de su propia vida.

“Oh padre celestial,

Oh Jesús, único consuelo

en las horas eternas del dolor.

Lloramos tu ausencia, madre mía,

en este momento de aflicción,

tanta tristeza, tanto sufrimiento,

dejas un gran vacío en nuestro corazón,

concédele el perdón de sus pecados,

pasar por la puerta de la muerte,

gozar de tu luz y la paz eterna.

Dios todopoderoso,

ponemos en tus manos amorosas

a nuestra madre, que fue llamada

en esta vida a tu presencia.

Concédele el descanso eterno

del alma en el paraíso.

Oh Madre mía, quiero decir que

fuiste la guía y norte de mi vida,

gracias a ti estamos en este mundo,

gracias a ti que nos diste el ser,

gracias a ti que nos educaste,

gracias a ti somos lo que somos,

te fuiste, partiste al cielo,

cumpliste tu misión en la vida,

ayudaste al prójimo y al necesitado,

siempre atenta y pendiente de todo,

como olvidar tantas cosas bellas, tu voz, tu risa…

Hoy Padre mío, te pido

con mucha humildad, escucha mi oración

y esté atento a la voz de mis ruegos,

enséñale el camino a mi madre,

para que esté a tu lado Señor,

llévala a descansar al reino de los cielos.

Madre mía, una flor sobre su tumba se marchita

una lágrima sobre tu recuerdo se evapora

una oración por tu alma, la recibe Dios.

Brille para ella la luz perpetua, que descanse en paz.

Amén.”

oracion a los difuntos

Oración a un hijo difunto

Así como perder a una madre puede ser sumamente doloroso para cualquier persona, el perder a un hijo puede ser aún más desgarrador y traumático, llenando tu cuerpo de impotencia y de ese pensamiento que es inhabitable tener: “yo debí haberme ido primero”.

Esta situación es tan dolorosa ya que es antinatural, y muy pocos se lo pueden imaginar antes, tomándolos desprevenidos, pues es hasta contradictorio que un padre o madre entierre su hijo, cuando se supone que es al revés, pero la verdad es que cada persona tiene un propósito en la tierra y un tiempo predestinado, y cuando es la voluntad de Dios que su alma y espíritu regresen a él, así será, dando comienzo a su viaje hacia la eternidad. En este tipo de situaciones vine bien la oración para casos difíciles.

“Oh Dios mío, Dios misericordioso,

te alabamos Señor,

con un hondo pesar y mucha tristeza,

hoy vamos a sembrar a nuestro hijo

“nombre del difunto”, quien

prematuramente partió al infinito.

Padre celestial, concédele

el perdón de sus pecados, permítele

pasar por puerta de la muerte, para

gozar de la luz y la paz eterna.

Dios poderoso, ponemos en tus manos amorosas

a nuestro hijo “nombre del difunto” que fue llamado

en esta vida a tu presencia.

Hijo, te fuiste sin avisar

nos sorprendió tu partida.

Oh Padre celestial, que peso tan grande

venimos a sembrar a nuestro hijo,

fruto del amor, tú lo llamaste

y él va hacia ti.

Señor, no entiendo,

¿Por qué los padres entierran a sus hijos?

todos tenemos un día,

nadie se va sin el permiso de Dios,

los tiempos de Dios son exactos,

preparémonos para ese viaje,

en el camino nos encontraremos con el Señor.

Señor, sólo tú eres el dueño de la vida,

nos concedes la gracia de nacer,

nos llamas a tu reino de luz,

cuando consideras que la misión en la tierra

de nuestro hijo “nombre del difunto”

ya está cumplida,

rezo por su salvación.

Amén.”

Oración a un hermano difunto

Esa persona que siempre estuvo allí en nuestros buenos y malos momentos, con la que compartimos tantas cosas, incluso la sangre, con el que reímos y jugamos, aprendimos, peleamos y corríamos, un hermano. Es exasperante la soledad que se siente cuando se pierde a alguien de tal importancia para nosotros, ese ser querido que siempre ha estado pendiente de ti, que siempre estará en tus recuerdos y que nadie podrá llenar ese vacío que sientes en casa al no estar, mas es importante tener en cuenta que cada uno de nosotros en cualquier momento morirá y en algún momento se reunirán todos en el cielo otra vez.

“Dios omnipotente, te pedimos,

en estos momentos de profundo pesar,

por el alma de nuestro amado hermano,

que quiso usted disponer de él

para estar a su lado.

Padre mío, concédele a mi hermano

el perdón de los pecados, la vida eterna,

imploramos tu clemencia,

permite que un día pueda verlo, nos reuniremos.

Hermano “nombre del difunto”,

hombre de bien, te fuiste de este mundo

a temprana edad,

sin embargo, dejaste un semillero

de todas las acciones buenas que hacías,

Dios consideró que  la misión encomendada

en la Tierra ya fue cumplida,

te llamó a su reino.

No es nada fácil, hermano,

las  cosas llegan y se van,

no hay nada infinito,

solo Dios es infinito,

los actos se cumplen,

el tiempo transcurre,

nadie lo detiene,

Dios nos da la vida,

nos concede la gracia del nacer,

nos llama a tu reino de luz

y se cierra el ciclo.

Oh, Padre celestial,

tú eres el único consuelo

en las horas eternas del dolor,

te pedimos Señor, con mucha humildad

por el alma de “nombre del difunto”

quien en vida fue mi hermano, mi amigo,

mi todo; concédele el gozo del eterno del

descanso en el seno de tu infinito amor.

Amén.”

Iglesia de San josé

Desde la iglesia de San José en Córdoba llevamos estas oraciones a todos quien puedan necesitarlas, nuestra labor es llevar las palabras a quienes no las encuentran para comunicarse con la divinidad.

Deja un comentario